sábado, 25 de abril de 2015

Apertura temporal

A veces no hace falta viajar para viajar.
(Y ni siquiera tener la mochila a cuestas)
Nunca nada se detiene en la esfera celeste.

No sé si serán los observadores que se han activado o qué
pero es cada vez más frecuente el mirarme mirar
desde la conciencia que más allá de todo está ahí
como el- viajero- que- se- ve- viajar.

Porque todo pasa en un respiro, entre esos pasos atolondrados que son los míos, esas plazas esos árboles ese verdor esos colores, los otros viajeros las complicidades, los autos y las risas de los pasajeros, el salir de algo que me llena para ir hacia algo que me llena, la gratitud como forma-de-estar, porque todo todo está en un solo momento en el que sentís la vida latiendo desde y para todos lados...
Eso, eso que te hace pleno, plenitud presente, es estar vivo.
Y no hacen falta ni valles ni montañas para percatarte de tan ingenua y afortunada condición.




jueves, 19 de febrero de 2015

El océano del jazz

Había empezado a llover. Estábamos lo más bien de peña en peña en la plaza, desperdigados impunemente por toda su extensión, y al principio la lluvia ni nos importaba.

[Nos habían caído aguaceros torrenciales en el camino... ¿qué nos iban a molestar un par de gotitas chillonas?]

Y después se largó. Ya los músicos se preocuparon por sus instrumentos, y ahí medio que los delirantes, músicos o no, entramos a buscar un techo.

No recuerdo cómo pasó. Estaba avizorando la posibilidad de conseguir agua para mate, y de repente éramos tres locos queriendo lo mismo, tirados al lado de unas guitarras, hablando sobre lo mágico de los viajes y las volteretas de los caminos.

Pomelo se había ido a buscar agua (bajo la lluvia). Ignacio y yo quedamos sentados, entretenidos en una trama charlística que fue desde la vida de Evo Morales, pasó por la crisis del 2001, su vuelta al país después de haber vivido con su familia en España (donde sus padres, ambos trabajadores sociales, limpiaban casas y cargaban nafta para jugadores del Barcelona) y llegó hasta Gurdjieff y su filosofía que enamora (nota mental: voy a comprar un libro de ese chabón). Todo esto mientras la tarde y su lluvia dibujaban una atmósfera relajada, como una pausa necesaria en el agite del carnaval.

Los compas en cuestión eran mendocinos. Músicos de jazz. Se habían recorrido bares, calles, lugares para tocar por todo Jujuy. Querían llegar a Bolivia. Unos grosos los pibes.

Ignacio me preguntó si yo era músico.

- Nooo, eso que ves ahí es una carpa! Todo el mundo piensa que es una guitarra o algo, pero no... es una carpa.
- Tenés pinta de músico. Debe ser por la chiva.
- (...)
- ¿Pero tocás algún instrumento?
- Ni ahí. Tenía un tambor. Un día me sinceré conmigo mismo, lo di vuelta ¡y lo transformé en maceta! La verdad es que no sirvo para ningún instrumento.
- Eso no te lo puedo permitir. Todos podemos hacer música. Si podés sentir la música, algún instrumento podés tocar. O podés cantar, porque la voz es un instrumento. O patalear, y ya estás marcando el ritmo. De alguna forma, la música siempre se manifiesta.
- Bueno pero...
- No te limites.
- (...) Viéndolo así, puede que tengas raz-
- Ya escucharla es hacerla a la música. Nomás te falta encontrar la forma de manifestarla. A mí me gusta el jazz, porque es creación todo el tiempo. Te digo más, los músicos de jazz siempre se vuelven locos al final de sus vidas, y nunca mueren.
- Bueeeeee...
- No. Cuando pasan al otro lado, se incorporan al océano del jazz. Los que quedan vivos van tocando sus instrumentos y haciendo música usando las aguas de ese océano. Cuando se mueren, pasan a formar parte de él. El jazz es tan complejo que nunca dejás de aprender. Nunca.
- ¿Sabés que hago un programa de radio? Pasamos mucha música...
- Entonces con más razón...
- See... no tengo más excusas.

[Y ahora, fisgoneo en la basura, busco detrás de los parlantes, muevo la vibración hacia un lugar adecuado para encontrar ese momento en el que la música salga, que fluya de mí, que se manifieste, porque tarde o temprano, a todos nos pasa que necesitamos entregar los mejor de nosotros a los demás, sea como sea, cantandohablandocaminandohaciendo,
siempre desde el amor,
desde ese lugar donde todo es creación, que está dentro y a la vez fuera de nosotros mismos...
Me quedan un par de experiencias que darme.
Entre ellas, hacer música.
Y leer a Gurdjieff.]





viernes, 13 de febrero de 2015

Aprendizajes del camino




Somos co creadores en el mar de la realidad cuántica
lo que sea que pensemos, digamos, sintamos
sigue resonando entre las montañas
como un eco
como una ola que siempre se estira.

Tenemos derecho al sustento
necesitamos desmontar el principio de la escasez capitalista

El propósito 
es anterior a la energía
y la sincronización
es la lógica del universo.

Y el cómo 
no es asunto nuestro realmente.
Todo llega.
Todo pasa. 
Todo vuelve.
Sobre todo cuando estás en el presente.

---

Muchos lugares han pasado bajo estos pies. 
Por caso Tilcara, que a la vuelta me abrazó tres días, 
me despojó del vil metal, 
y me desnudó los prejuicios y las venas
mientras una serpiente en forma de río susurraba: 
'acá tenés un par de cositas que aprender'

Y hasta que no me despojé 
de lo que tenía que soltar
las montañas me contuvieron
drenando, vociferando,
rugiendo...

Algo hay en Tilcara... algo hay.




[en un viaje pasan muchas cosas. 
lo que queda es el después, 
el darte cuenta de que la tierra es una viajera 
que nos lleva a dar un par de vueltas al sol,
que el reloj es la mentira más grande jamás inventada
porque te desconecta de esas volteretas 
en las que estamos
ahorita mismo
ahora a-hora
siempre ahora
¡siempre hoy!]


miércoles, 20 de agosto de 2014

Presagio de tormenta


Una vuelta un mochilero amigo (de quien hablaré más después) me dijo algo así como que el inconciente está por fuera del tiempo, viene del pasado y a la vez del futuro, y que por eso mismo, si uno presta la debida atención a las señales que el inconciente envía, es realmente posible saber qué va a pasar. Es el sueño del pibe astrológico: adelantarse a los hechos.

[Igual, no es tan sencillo: sin sobresaltos no hay aprendizaje, y a la ruleta de los eventos no se le da por mostrar los hilos que nosentretejemos a nosotros mismos y después olvidamos.]

Por ejemplo, las veces que me pierdo en la ciudad y me voy ubicando con la guía de los perros (siempre lo dije, los verdaderos dueños de las calles y plazas son los perros). O cuando ponés la pava, y el mate está listo en el mismo instante en que el amigo que esperabas golpea la puerta. O cuando se te viene alguien a la mente en un remolino, y a los segundos esa misma persona te llama, te manda mensajes, te enterás de algo que le pasó...

Amores que llegan, muertes, encuentros, alegrías, disgustos... prestando atención al cuerpo, todo es presagiable. Lo importante es dejar de darle manija a la mente y su repetición incesante de lo que ella entiende que es el mundo.

Hace varios días que el cuerpo me tira para abajo, como si me estuviera preparando para el salto, o para un baile de esos que te sacuden las zonas de comodidades y los hábitos.
Por eso es que estoy, hoy ya aquí ahora,
asomándome a la incertidumbre.

Porque algo está por venir y no se de dónde.
Porque hay una calma muy (muuuuy) centrada en sí misma,
como una serpiente que espera agazapada para dar la mordida...
Porque, es cierto, toda ruptura implica dolor;
pero así y todo, el cambio será bienvenido: la transformación no se detiene nunca.

(y, sobre todo, porque más allá de no saber qué se viene y qué se va,
estoy aprendiendo a plasmar,
a materializar,
a concretar,
a planificar la esperanza...)



jueves, 7 de agosto de 2014

el TIEMpo es (ía)ARte


Lecciones del Mago Espectral:
la última semana vino plena de sentidos,
desplegada por todos lados, infinita total insurrecta
todo venía de todas partes.

El Tiempo es Arte
y uno se proyecta desde ahí
desde lo que hacés 
con las moscas 
y los segundos






viernes, 1 de agosto de 2014

Pachamama






No es un capricho ni mucho menos.

Es comprender que todo está vivo,
que hay un poder que nos sustenta
y que, si ese poder recibe el calor del sol
y después nos da los frutos que brotan desde sus profundidades
indefectiblemente se trata de un ser femenino.

Es la Pacha, Pachamama, la madre tierra sobre la cual navegamos.
Mujer paridora,
lejos de ser una piadosa monja
o una virgen ancestral
la Pacha ama, ríe, llora, se enoja.

Es la diosa más parecida a la mujer real.

Y como tal nos pide que,
dejando atrás todas las fábulas patriarcales,
abramos nuestro corazón hacia su presencia, hacia el encuentro con la Totalidad...
Para equilibrarnos nosotros, nosotras,
todo, todo, todo lo que es...


[Tres traguitos de caña con ruda ¡y a mimar a la Madre!]





domingo, 27 de julio de 2014

Lunita de Fuego



"Descansa, olvídate de ti mismo, no tengas miedo de nada.
Sólo entonces los poderes que nos guían, nos abren el 
camino y nos auxilian. Sólo entonces"

Las enseñanzas de Don Juan


Y cómo no recordarlo hoy, que hallé tantas respuestas 
mientras me distraía contando los hipos y las olas
en medio de una agitación.
La bendición de ser tío, por triplicado...



lunes, 14 de julio de 2014

Sin locura no hay felicidad

El boulevard me rodeaba con sus autos circulantes, todos con lanchas y canoas a las rastras.
[Muchos enamorados, enamoradas del río por aquellos lados, hermosa la vibración].
Y mientras la Pacha nos abrazaba con su nochecita veraniega, yo-jipi descansaba un poco y me preparaba para la próxima manifestación.

Estaba sentado sobre un banco de esos de plaza, con el bolso desparramado así nomás, en medio de la avenida, respirando, respiraaaando, bien atento al cuerpo y sus sensaciones.
Nada venía de ninguna parte; en realidad, era en una noche más, como cualquier otra, en medio de la vorágine turística- carnavalesca de Gualeguaychú. Aunque es cierto que la piel avisa de la proximidad del encuentro loco: esa vuelta, sabía que tenía que estar ahí, completito, formando parte de un algo, a las expectativas de, en la espera, agazapado sin saber bien pa qué.

- Flaco, tenés fuego?
Putaparió, este loco me distrajo. O no, pará...
- Sí loco, servite...
- ¿Sos mochilero?
- Eh... algo así, me ando haciendo el mochilero, porque la verd- chan, el fuego era para prender un faso (sí, a mí la Ganjah me cae del cielo)
- Tá re bueno. Yo vengo de laburar, recién pasé por un lugar a pegar así me relajo... por lo menos me hago una seca antes de llegar a las casa viste...

De más está decir que a esa seca la compartimos gustosamente. Y que el loco desentramó su vida, ahí nomás, en medio de los autos, mientras esperaba el bondi.

- A mí me gusta hablar con gente de la calle. Es en donde encontrás los personajes más copados. Nada se compara a la sabiduría que tenés si andás en la calle. Al toque te das cuenta de todo, quién es buena onda, quién no... todos somos amigos acá porque estamos en las mismas. Y si no nos ayudamos ¿quién nos va a dar una mano?
Yo tengo una planta y todo, pero no la puedo fumar porque me da diarrea. ¡Una cagada!
- ¡Valga la redundancia!
- See ja. Estuve nosécuánto esperando que creciera, y cuando voy y la fumo me da cagadera...
Por eso siempre vengo a pegar acá, los locos ya me conocen. Pasa que, entre el laburo y las horas de viaje, te cansás. Imaginate que me vengo de Buenos Aires hasta acá, un par de veces a la semana... es mucho. Y necesito bajar. Mi mujer se me enoja siempre, pero ¿qué le vas a hacer? No sé cuántas veces me habrá preguntado '¿vos fumaste antes de venir acá?' Y yo nada, se lo negaba a muerte, hasta que un día le dije 'sí, siempre me fumo uno, no quiero estar todo el tiempo careta, si te gusta bien y si no también...'
Porque es como dice mi tatuaje mirá...

Y ahí me mostró el brazo con el tatuaje, que decía, afirmaba, sugería, aseguraba y cocreaba:

Sin locura no hay felicidad

[la piel inteligente, la sincronicidad misteriosa, todo sabiendo que era eso lo que estaba esperando, ese mensaje que llegó desde lo más inesperado, y que hizo que el inconciente aflorara en un instante en el que te das cuenta]

- Ehhh loco, toda una filosofía de vida. Porque no es solamente ESA locura, es la locura como el que hace monadas por hacerlas nomás.
- Claro, te mandás la parte y después te cagás de risa. Pero es así loco, si no hacés algo que disfrutás o si no disfrutás lo que hacés, estás muerto en vida. La locura es hacer las cosas diferentes, ¡pero por probar nomás! Por eso, la mejor es ponerle locura a todo.
- ¿Sabés que gracias a la locura estoy acá? Quise probar algo y voy viendo cómo me sale...
- ¡Dale para adelante loco! Que sino después te quedás con las ganas y te arrepentís... Ehhh ahí viene mi bondi!

Nos saludamos apurados y el loco arrancó para la esquina. En medio de la calle, a los gritos, me dijo:

- ¡Espero volver a cruzarte alguna vez!
Y se fue, tan rápido como había llegado.

Extraños y confusos son los caminos para quienes no dejan de hablarse al transitarlos. Sabios son, si te rendís al momento y al silencio que anteceden los encuentros.

Y ese fue sólo un instante sin tiempo en una noche más, como cualquier otra, en medio de la vorágine turística- carnavalesca de Gualeguaychú.



Ponele

Navegar en el mundo poema
encontrar una bajada y mandarse
(así como viene, sin titubeos y sin frenos)
jugar a los segundos que se estiran,
todo ya todo acá
y saborear felinamente la proximidad del encuentro.

Las cosas se dan cuando estás sumergido en otras cosas.

miércoles, 18 de junio de 2014

Dual



"Y finalmente, el poder es algo dentro de uno mismo, algo que controla nuestros actos y a la vez obedece nuestros mandatos"

Castañeda - Viaje a Ixtlan



Vi las ondas del río, y me lo susurraron:

Dejar ser a todo
aceptar obstinadamente hasta los enredos

porque son parte
de yo-río infinito
en el que las cosas van abrazándose con las cosas.

Que la luz del corazón
ilumine la mente desde adentro

Y que la sombra nos complemente
y el dolor nos madure los vicios y apegos
y...

[las historias bambolean, vanvienen traen se llevan vuelven se mezclan... a cada cresta le sigue su bajadita]


jueves, 12 de junio de 2014

Huertita


Regar la huertita todas las mañanas,
(lejos de ser una rutina robótica)
es saludar a la Noche y su Abundancia,
tirar un beso al aire,
ver cómo se despliega en una onda infinita
y llega hasta la estrella del alba.


Es amanecer poniéndose siempre al servicio.


Entender
desde ese lugar donde las palabras sobran
que nada involuciona, que todo tira siempre para arriba
que los achaques
no son más que un bamboleo
entre luna y luna...


Regar la huertita todas las mañanas
es agradecer al Misterio que nos nutre.