jueves, 28 de diciembre de 2006

Cerebroso Universo (o más bien, Universo cerebral)

Lento... Suave... Letal...

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El Universo es infinito

dicen los sabiondos racionales con anteojos de polenta
y como tal es inabarcable
sostienen sus frígidas secretarias
Mientras miran hacia arriba
y pisotean las flores


Ellos buscan desenmarañar la trama más complicada
y, apuntando con sus dedos alfanuméricos hacia lo alto,
olvidan que son tan vastos
como cualquier langosta

Ahora bien:
¿Existe algo comparable a la grandeza de la danza cósmica?


¿Dónde más se puede hallar infinitud?



¿Qué es el cerebro? ¿Qué es la mente?
¿No son acaso infinitud?
O sea... -----> todos tenemos algo de infinitud en nosotros
Todos somos finitos en vibraciones estratificadas
pero guardamos dentro la llave de lo inabarcable, del Misterio de los Misterios...

cerebro= universo

Tons, ¿no es tonto catalogar estrellas en carpetas aburridas y anorgásmicas? ¿En archivos sin pasión? ¿No es ridículo contabilizar neuronas como hormigas? ¿Convendría, quizás, interpretar el todo como una serie de múltiples fenómenos rotativos?

Quién pueda responder, estará un paso más cerca de la vacuidad y el trascender...

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miércoles, 13 de diciembre de 2006

Mirame

Mirame. Una vez más. Tal como me miraste hace instantes. Dale. Quiero ver esos ojos encendidos de ternura y asombro de nuevo. Acá estoy, desarmame.

(...)

¡Gracias!
¡Me constituiste como hermoso!
Dale, de nuevo.
¿Qué te cuesta? Nada. No perdés nada.
Nada.

Dejame susurrarte libélulas al oído.
Quiero llevarte al más obtuso rincón
para desplegarte las alas de sanguijuelas
y enseñarte mis horrores.

Gigantes apoalípticos se escabullen tras tus ojos negros.
Pero te quedás.
Y yo me voy.
Nunca.

viernes, 8 de diciembre de 2006

Soledad que se confronta contra Soledad

Pesa, pesa y sangra amapolas por el camino
Sufre, sufre pero ironiza sobre sí misma
hasta acallar los versos contradictorios
de sus rincones inhóspitos
Ríe, ríe, y pareciera ser escalera
a la que, de pronto, todo le apasiona

Conflictiva,
delirante,
estupendamente delirante
(más que el vino dionisíaco)

A veces sepultada bajo hojas grises
y otras radiante y espontánea como las tormentas
Se ancla en los Otros
para evitar cuestionarse demasiado
fagocita costumbres espejadas
y si se siente demasiado empalagada,
se revuelve contra sí misma
(no apto para cardíacos)
Disfruta del amanecer tanto como de un mate
aunque a veces se agrieta
y se queda sola
haciéndole honor a su nombre maldito...

Hoy, tiene la mayoría de edad
y ya se sabe libre
para cantar con las espinacas
o a lo mejor sólo arrastrar los pies y el alma
hasta las puertas de su amado alcohol
que todo lo puede y nada lo recuerda...
¡Peligro! Un año más de vida y de esperanzado desencanto...
Las ambivalencias surgen a cada instante si se habla de ella...
Soledad. Bienvenida al Planeta Tierra.

Fábula de una tarde en que buscaba el Origen...

¿?

Movimiento autónomo: cuando me quedo quieto, todo se mueve.

En la obviedad de los pájaros verdes que cruzan el cielo de mi pax infinita

puedo encontrar cierta huella de Amor.



A través de los enredos de los cabellos del viento

(y si uno mira bien)

se halla la morada de las gotas de Luz

esas minúsculas y efímeras ánimas

que dan el soplo de vida a todo lo que se (con)mueve



Cuando las nubes flotan entre las comisuras de mis lunares

y cuando las hojas levitan en el vacío de los atardeceres

creo saberlo todo.

A veces, en algunas noches heladas y patinosas,

percibo los espíritus negados por la razón

y creo escuchar sus suspiros en medio del mar.

Difícil es no temer; difícil es no fascinarse

Y a veces, sólo a veces, mil gorriones de mil colores

revolotean entre mis sienes

para despertarme al verdadero Ser



Al fin y al cabo ¡todo es textura!

Superficies que se revuelven contra la nada

la temerosa nada

y se recrean y se inventan entre ellas y se re inventan más y más hasta llegar a la epítome de lo absurdo...

La nada es el Origen.



Por eso amo febrilmente

tanto a las mariposas como a los pozos

a las libélulas y al toro

sin intensidad (eso se reserva para ciertas ninfas)

pero sin prejuicios


¡ser y no ser se confunden!

Sólo la palabra arbitra

y orbita entre ellos...

viernes, 1 de diciembre de 2006

La tricotomía amorosa

A veces no sé qué es el tiempo, ni el por qué de la mediocridad de las gaviotas. A veces, como en estos días, amanezco con los ojos en la nuca.
Hace tiempo que me estoy dedicando a mirar hacia atrás. Así es, me animé a volver sobre mis propios pasos para descubrir en qué senderos me había enredado.

Este fue un año vertiginoso:
mundanza, adaptación, risas, convivencia,
nuevos amigos, nuevos conocimientos académicos, ¡crac! mental, explosión de dicotomías,
frustraciones actorales,
salidas a todo alcohol,
conflictos conmigo mismo, aprendizaje de mí mismo,
maduración e independencia, libertad, ¡hermosa! hermosa libertad,
meditación, suavidad y debilidad, nuevos movimientos,
técnicas milenarias que enriquecen mi ser día a día,
¡nueva vida incipiente! todo un futuro vibrante,
soledades de a ratos...
dependencia a los billetes...
y a las palabras...

¡Nunca dejé de aprender! ¡Y todavía me falta tanto!

Pero si hubo algo que recuerdo con la gracia que amerita, es el trigrama femenino que me contuvo: La Que Se Fué A Las Estrellas, La Que Me Dijo Que No, Y La Que Tuve Que Dejar...

La Que Se Fue A Las Estrellas
fue el puntapié que me sacudió la herrumbre de las cosas que no se olvidan, la que me tomó de la mano y me arrastró hacia los castillos de cristal que sólo ella conocía...

La Que Me Dijo Que No
derritió mis pies, alimentó fantasías que tuvieron que morir ente mis entrañas dolorosamente... maldita implosión emotiva...

La Que Tuve Que Dejar late en la lejanía, susurra silencios y no llora, se somete al mandato de las vocales y consonantes... pobre cantimplora...

Riendo con las ocasiones infecto- contagiosas, celebro este tri-evento, este yang yin yang que viví como si fuera Verdad Revelada... ¡¡¡Gracias vida!!!