Es tan simple.
Es.
El suspiro luminoso de las altas carcajadas
La fricción con la que cae una lágrima
La cantidad de espejos volátiles
en cada mirada superficial y callejera
Es tan ridículamente fácil
como saltar en sendos chocolates
y tan difícil
como nombrar una nuez.
Tan bailable
como esos pies virulentos
de las rutas vibratorias del Ser.
Es lo que es.
Siempre simple
y al alcance de las pupilas.