Llueve obstinadamente en las capitales,
como si el agua cayente
fuera condición indispensable
para saciar los bebederos episcopales
de las cataratas sanguíneas.
Juego. Balbuceo las gotas del lamento sagrado...
(y me deslizo con cuidado para no caerme)
No sé por qué, pero la ciudad
se me vuelve más hermosa
cuando llueve.
jueves, 18 de marzo de 2010
sábado, 13 de marzo de 2010
El Visitante
Siempre que estoy por dormirme
alguien entra por mi ventana y me empuja.
No es como en el viejo departamento,
digamos, no en ese nivel tan evidente.
Pero, oh bendito pliegue interdimensional,
el duende escaramuzo interrumpe mis noches.
Y no es que uno lo espere
ni mucho menos.
Hay, en el portal del dormir,
un ser estirado arriba de mi cama.
Quisiera aprender más de él,
pero apenas me muevo
se evapora y desaparezco.
No es tan fácil arrebatarles palabras a los espectros. ¿Que dirán de nosotros, allá, en el Otro Lado?
Siempre que estoy por dormirme
alguien entra por mi ventana y me empuja.
Y me recuerda,
con un par de manos sutiles,
cuán nimio
y cuán importante es
andar como loco
por la Rueda del Mundo
haciendo cosas
imperiosamente necesarias
y a la vez
absolutamente intrascendentes.
alguien entra por mi ventana y me empuja.
No es como en el viejo departamento,
digamos, no en ese nivel tan evidente.
Pero, oh bendito pliegue interdimensional,
el duende escaramuzo interrumpe mis noches.
Y no es que uno lo espere
ni mucho menos.
Hay, en el portal del dormir,
un ser estirado arriba de mi cama.
Quisiera aprender más de él,
pero apenas me muevo
se evapora y desaparezco.
No es tan fácil arrebatarles palabras a los espectros. ¿Que dirán de nosotros, allá, en el Otro Lado?
Siempre que estoy por dormirme
alguien entra por mi ventana y me empuja.
Y me recuerda,
con un par de manos sutiles,
cuán nimio
y cuán importante es
andar como loco
por la Rueda del Mundo
haciendo cosas
imperiosamente necesarias
y a la vez
absolutamente intrascendentes.
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viernes, 12 de marzo de 2010
Vaivenes
Y el motor se detiene.
¿Entonces qué?
¿Susurrar a los relojes?
¿Adornar las musarañas?
¿Gorgojear volátiles tigresas?
¿Usar pretextos para retomar el ajetreo?
No.
No.
Todo tiene su ritmo.
Hoy, me bajo de los andenes militantes
para retomarlos después.
Hoy, juego a conservar las fugaces formas
mientras me disuelvo
meticulosamente
en este teclado.
Pero como siempre y cada tanto
estoy agazapado
esperando dar el próximo zarpazo...
¿Entonces qué?
¿Susurrar a los relojes?
¿Adornar las musarañas?
¿Gorgojear volátiles tigresas?
¿Usar pretextos para retomar el ajetreo?
No.
No.
Todo tiene su ritmo.
Hoy, me bajo de los andenes militantes
para retomarlos después.
Hoy, juego a conservar las fugaces formas
mientras me disuelvo
meticulosamente
en este teclado.
Pero como siempre y cada tanto
estoy agazapado
esperando dar el próximo zarpazo...
martes, 9 de marzo de 2010
Shakti
Volví.
No hace mucho tiempo
experimenté la soledad
a través de un comentario ajeno.
Fue como encamarse con un espantapájaros
todo trivial y absolutamente premeditado.
Descubrí lo que no quería.
Después de lo espasmódica que fue la cena,
ahí estaba esa cosa,
viscosa y trunca,
saladas las arterias.
Estaba sola.
(y para más detalles, gorda y triste).
...
Podría pensar
que soy yo
que me corresponde ser así
que hay una relación entre uno y otro.
Pero no.
No hoy.
Ya no.
(Juro que respiro hondo
siempre que lo siento
En cierta forma lo recuerdo.
No sé.
Quizás.
Quién sabe)
En estos días,
me guardo para Ella.
Desperezo mis letargos
y perfumo mis tigres algodonados
porque
(y esto es desde hace un rato)
desde el filo sinuoso
de mis pestañas
presiento un Amor
acercándose a mis orillas...
que soy yo
que me corresponde ser así
que hay una relación entre uno y otro.
Pero no.
No hoy.
Ya no.
(Juro que respiro hondo
siempre que lo siento
En cierta forma lo recuerdo.
No sé.
Quizás.
Quién sabe)
En estos días,
me guardo para Ella.
Desperezo mis letargos
y perfumo mis tigres algodonados
porque
(y esto es desde hace un rato)
desde el filo sinuoso
de mis pestañas
presiento un Amor
acercándose a mis orillas...
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