martes, 9 de marzo de 2010

Shakti


Volví.


No hace mucho tiempo
experimenté la soledad
a través de un comentario ajeno.
Fue como encamarse con un espantapájaros

todo trivial y absolutamente premeditado.



Descubrí lo que no quería.


Después de lo espasmódica que fue la cena,
ahí estaba esa cosa,
viscosa y trunca,
saladas las arterias.

Estaba sola.
(y para más detalles, gorda y triste).


...

Podría pensar
que soy yo
que me corresponde ser así
que hay una relación entre uno y otro.

Pero no.

No hoy.

Ya no.

(Juro que respiro hondo
siempre que lo siento
En cierta forma lo recuerdo.
No sé.
Quizás.
Quién sabe)


En estos días,
me guardo para Ella.

Desperezo mis letargos
y perfumo mis tigres algodonados

porque

(y esto es desde hace un rato)

desde el filo sinuoso
de mis pestañas

presiento un Amor
acercándose a mis orillas...

No hay comentarios.: