sábado, 13 de marzo de 2010

El Visitante


Siempre que estoy por dormirme
alguien entra por mi ventana y me empuja.
No es como en el viejo departamento,
digamos, no en ese nivel tan evidente.

Pero, oh bendito pliegue interdimensional,
el duende escaramuzo interrumpe mis noches.
Y no es que uno lo espere
ni mucho menos.

Hay, en el portal del dormir,
un ser estirado arriba de mi cama.
Quisiera aprender más de él,
pero apenas me muevo
se evapora y desaparezco.

No es tan fácil arrebatarles palabras a los espectros. ¿Que dirán de nosotros, allá, en el Otro Lado?

Siempre que estoy por dormirme
alguien entra por mi ventana y me empuja.
Y me recuerda,
con un par de manos sutiles,
cuán nimio
y cuán importante es
andar como loco
por la Rueda del Mundo

haciendo cosas
imperiosamente necesarias
y a la vez
absolutamente intrascendentes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hey como andas? keria saber como va tu vida. vero