jueves, 4 de enero de 2007

Córdoba

Se engulle a sí misma no?
Te rodea adonde quieras que te precipites
Y se enorgullece de sus avenidas como boas
sus luces estrafalarias
y las miríadas estrogénicas de la masa ardiente y compradora

Las palabras opacan mi experiencia
en esta ciudad
pero quiero caminar sobre la red
así que continúo con mi decir:

Córdoba se consume a sí misma
pero no es una serpiente que se muerde la cola
más bien copia el estilo
de diversas formas
la multiplicidad abruma y se hace Uno.

Hermosa y pulpácea
se manifiesta en su ritmo cruel
sus encantos de mujer
y en alguna tonada al pasar...
Simple: es ancestral y vegetariana.
Nada es único en esta ciudad.
Hasta mañana.

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