viernes, 8 de diciembre de 2006

Soledad que se confronta contra Soledad

Pesa, pesa y sangra amapolas por el camino
Sufre, sufre pero ironiza sobre sí misma
hasta acallar los versos contradictorios
de sus rincones inhóspitos
Ríe, ríe, y pareciera ser escalera
a la que, de pronto, todo le apasiona

Conflictiva,
delirante,
estupendamente delirante
(más que el vino dionisíaco)

A veces sepultada bajo hojas grises
y otras radiante y espontánea como las tormentas
Se ancla en los Otros
para evitar cuestionarse demasiado
fagocita costumbres espejadas
y si se siente demasiado empalagada,
se revuelve contra sí misma
(no apto para cardíacos)
Disfruta del amanecer tanto como de un mate
aunque a veces se agrieta
y se queda sola
haciéndole honor a su nombre maldito...

Hoy, tiene la mayoría de edad
y ya se sabe libre
para cantar con las espinacas
o a lo mejor sólo arrastrar los pies y el alma
hasta las puertas de su amado alcohol
que todo lo puede y nada lo recuerda...
¡Peligro! Un año más de vida y de esperanzado desencanto...
Las ambivalencias surgen a cada instante si se habla de ella...
Soledad. Bienvenida al Planeta Tierra.

No hay comentarios.: