lunes, 9 de octubre de 2006

Rituales de familia (o la metafísica de las sobremesas)

El espectáculo tribal es maravilloso porque, esencialmente, el espíritu ríe y es. La danza quiebra tendencias estereotipadas, y sólo entonces las conciencias tienen un momento de clímax y se funden en el Origen.
-¡Alabado sea el viento!- proclaman los cuerpos vibrantes. -¡Viva la lluvia, viva el trueno!- continúan sus pares.
Se sincronizan los cabellos y las miradas, mientras las tinieblas mueren en el olvido y pasan a no- ser. Suenan los instrumentos, se apagan los manteles y se sacuden las cuerdas vocales al ritmo de una sola vibración.

¿Se licúa la angustia en el éter?

Risa es refugio.
¿Canto es color desplegado en el tiempo/espacio?
En el ritual que presencié, los orbs serpenteaban por los resquicios residuales, vibrando con las gargantas.

Ritual es mito. Sonido es vuelo, ¿cómo nadie lo ve? ¿Tan pesado se ha vuelto el cuerpo en estos días?

1 comentario:

kasandra dijo...

Yo diría que no se licua la angustia en el éter a no ser que en el éter se respire e inspire paz.

Un saludo.