lunes, 1 de septiembre de 2008

Niño-que-ríe



Una vez por semana
o muy de vez en cuando.

Es ese ardor del canto hecho piel.
Es volver al tiempo
sin relojes
ni etiquetas.
Es correr tras la sencillez
de una pelota rodante
que se hace mundo.

Es mi hermano duplicado
Mi infancia repetida
La oportunidad
de retribuir lo compartido.
Es un pacto renovador
en medio de los trenes del silencio.

Todo lo vuelve luz.

Javier ríe
y hace más caminables
los senderos de mi existencia...

2 comentarios:

la mar dijo...

Marianito, me ha emocionado.

"y hace más caminables
los senderos de mi existencia..." debo decir que es muy bonito.

Le agradezco infinitamente la visita a mis mares.
Otra cosa, se nota tanto mi "virginiadez" en ese texto?? jajaja

un abrazo y es bienvenido a mi blog con felpudo en la puerta.

Sibila dijo...

Hola Delirio. Que placer leer tus versos. Me encantó. Yo también tengo un Javier, pero se llama Camilo. Gracias por tu comentario. Espero seguir andando estos pentagramas, son realmente conmovedores...
A la tu salud, amigo!!!!
Sole