viernes, 14 de enero de 2011

Así es la cosa...

Dirán que no hay nada que hacer frente a lo Inevitable
que el tiempo lo arregla
o que todo pasa


pero es imposible desterrarte de este escribiente amoggiado.


Verás, no se puede borrar lo que se recuerda
ni dejar de recordar lo que se es.


¿Cómo negar tu presencia en esta ausencia tan constante?

Hace poco más de dos años
siete nietos nos quedábamos sin infancia.

Ayer, madrugada nefasta,
terminamos de convertirnos en ustedes.

Ya no hay dolor en la blancura infinita
ni tediosos límites para vos.

Somos nosotros los que andamos
(desde ahora y lo que nos quede)
en esta mano de truco
este juego de ruleta enloquecida
que algunos llaman vida.


Agradezco con locura
a las estrellas,
las geografías
y hasta al más tímido de los átomos
haberte tenido en mi familia.

Gracias por todo.

(Ya nada va a ser igual,
pero tu increíble tenacidad
traspasa fronteras
y burbujea en forma
de consejo interdimensional.)

¡Gracias!


(¡Y nos debemos un vino, abuelo!)

1 comentario:

Anónimo dijo...

increiblemente lindo y triste primo lo que escribiste , te quiero mucho .. espero estes bien.. ce