
Cuando hago zapping, un deseo prohibido de Tánatos surge a la superficie de mi conciencia.
Veo esa masa de construcción de realidades
frívolamente diseñadas por quién- sabe- quiénes...
Ebullen en mí incontables métodos de tortura
y formas de masacrar personajes televisivos
con la mayor crueldad posible.
Llenarlos de gusanos putrefactos sería poco.
Invitarlos a degustar frutas amargas tampoco es lo indicado.
Creo que va más allá de todo fascismo inclusive.
Es... un Infierno escatológico y transformante lo que se merecen.
Cada vez que veo televisión, la Gran Diosa Negra
susurra fábulas de destrucción en mi oído.
Pero también me recuerda que el sufrimiento purifica
y que no importan tanto los chimentos de esta temporada
ni los esfuerzos de las divas del momento
por esquivar los signos de los años
ya que ella, la Madre Tiempo,
se encarga de que todo,
indefectiblemente,
regrese a su Útero.